Mi primera vez Findom (1 parte)

domingo, octubre 14, 2018

 Recuerdo aquel día como si fuera ayer... 

La primera vez que me sometí, y le entregué mi dinero a Ama Lady. Habíamos hablado un poco días atrás, le comenté que era un fanático de su estilo de vida. Confesé que cada vez que veía una foto de alguna transferencia de sus sumisos, una extraña sensación recorría mi cuerpo. Pero por desgracia mi situación económica no era muy buena y tan sólo podía fantasear con la idea de entregarle mi dinero. Ella me lo dejó bien claro: - Si te piensas que para complacerme tienes que darme miles de euros estás equivocado. Esto se trata de que me entregues lo que tienes, por poco que sea. Si fueras rico y me otorgases 100€ me daría igual, pero si en cambio necesitas 20€ para comprarte unas zapatillas nuevas, y en lugar de comprártelas me los das, sabiendo que tendrás que quedarte con las viejas un mes más. Entonces entenderás el sacrificio que supone complacerme y me demostrarás tu entrega y sumisión real. 

Después de varios días impactado por sus palabras, y asimilando el significado real de la dominación financiera, me llegó una oportunidad de oro. - Buenas tardes Ama Lady, un amigo de mi padre necesita un peón de obra urgente para mañana. Es una verdadera putada que sea en sábado, pero con lo que saque creo que podré darle una parte! Se lo dije verdaderamente ilusionado... iba a ganar un dinero extra y a pesar de que me iba a destrozar físicamente, podía usar una parte del dinero para complacer a Ama Lady. Pero unos minutos después, me llegó su respuesta. - Me parece que no has entendido nada, si te crees que quiero tus migajas lo llevas claro. Si no vas a darme absolutamente todo lo que ganes mañana, no te molestes en volver a escribirme. Fue como un jarro de agua fría. Me dejó echo polvo, necesitaba el dinero y aun así tenía ilusión por darle un poco, pero a ella eso pareció no importarle. Migajas... dárselo todo o no volver a saber de ella...

Sus palabras no me dejaron dormir aquella noche, pero cada vez estaba más convencido de que Ama Lady tenía razón. ¿Qué clase de sumiso soy si no soy capaz de sacrificarme por ella? Tenía que demostrarle mi total admiración. Sonó la alarma, yo no había conseguido dormir más de 3 horas. Un nudo en mi estómago se encargó de torturarme la noche entera. Pero estaba decidido, y le envié un mensaje: - Se lo daré todo Ama Lady, al volver del trabajo, se lo daré todo.

El nudo se me deshizo de golpe, y me dirigí hacia el lugar en el que pasaría el día trabajando. Unas horas después, yo ya estaba realmente agotado. Al no estar acostumbrado a la obra, todos y cada uno de los músculos de mi cuerpo se hallaban entumecidos. Estaba tan cansado que ni siquiera pensaba en el tema del dinero. Hasta que paramos para almorzar. 

Cogí el móvil del vestuario y ahí tenía mi respuesta: - Me alegra ver que por fin te has dado cuenta de cuál es tu sitio. 



(Fin de la primera parte)


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