Basta un chasquido de mis dedos

Uno de mis cajeros osĆ³ preguntar si podĆ­a vaciarse mientras me adoraba. Le dije que le darĆ­a permiso si aceptaba un jueguecito… el pobre perdedor estaba tan excitado que accederĆ­a a cualquier cosa.


“Te masturbarĆ”s lentamente mientras admiras mi cuerpo perfecto, pero… cada vez que chasquee los dedos tendrĆ”s que enviarme un tributo pequeƱo- mi sumiso balbuceĆ³ una protesta. - ¿Quieres meneĆ”rtela sĆ­ o no?”.

El pobre patĆ©tico empezĆ³ a pajearse y de pronto chaqueĆ© los dedos. Tributo. El muy idiota se excitĆ³ mĆ”s. Le exigĆ­ que fuese mĆ”s despacio, no querĆ­a que se corriese tan pronto. Le llevĆ© varias veces al lĆ­mite, pero justo antes de que pudiese correrse, chasqueaba los dedos y debĆ­a parar de pajearse para enviar dinero… Es tan divertido humillaros.


¿Te atreves a jugar a la paja mĆ”s cara del mundo?

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